DESARROLLO DE LA ESPIRITUALIDAD
Desarrollar la espiritualidad implica conocer quién eres realmente. No se trata solo de un proceso de desarrollo, sino más bien de un recordatorio. Desde que nacemos, nuestro ego, o personaje, adquiere protagonismo; esto es necesario para experimentar la vida terrenal. Sin embargo, una vez que hemos asumido ese personaje, nuestro gran desafío es recordar lo que realmente somos: seres espirituales que viven experiencias humanas.
El alma, nuestro espíritu, viene a experimentar diversas situaciones, y cada vivencia que enfrentamos ha sido elegida por nuestra alma para su crecimiento. Cuando comprendemos esto, tomamos conciencia de que podemos afrontar todo lo que vivimos, ya que cada experiencia ha sido seleccionada porque somos capaces de manejarla. Esto no significa que no sintamos miedo; significa que tenemos la certeza de que podemos superarlo.
Al conectarnos con nuestro verdadero ser, el miedo se disipa, porque sabemos que nuestra alma eligió experiencias que puede afrontar. No sentimos rabia, porque entendemos que todo lo que vivimos es necesario para nuestro crecimiento. La culpa se transforma en una oportunidad de aprendizaje. En una sociedad que a menudo se aleja del ser y se aferra al ego, el sufrimiento se incrementa. Cuanto más cerca estamos de nuestro ser, más paz experimentamos; mientras más identificados estamos con el ego, más miedo sentimos.
El camino hacia la reconexión con nuestro ser implica un desapego del ego y un acercamiento a nuestra esencia. Este es el verdadero desarrollo espiritual. La meditación se presenta como una de las herramientas más efectivas, e incluso podría considerarse el único camino hacia esta transformación. A través de la meditación, encontramos un espacio donde el yo se disuelve y podemos conectar con nuestro ser auténtico.
En este proceso, nuestro ego luchará con una variedad de obstáculos: "no tengo tiempo", "es una tontería", "yo soy este personaje", y muchas más excusas. Sin embargo, si te permites ignorar esas voces y decides intentar el viaje, descubrirás quién eres realmente, y ya no querrás desconectarte. El viaje hacia el autoconocimiento y la conexión con el ser es un camino transformador que puede llevarte a una vida más plena y significativa.